
Detalle de un guadamecí de Ramón García expuesto en su Museo
Repujado, cordobán y guadamecí
El repujado es una de las técnicas decorativas que nos ofrece el cuero entre otros materiales. Consiste en dar relieve a un material trabajándolo por ambos lados.
Se puede conseguir un bajo relieve sin repujar, sólo modelando. Pero para repujar es necesario modelar.
Digamos que modelar es comprimir el cuero, para ello se usan aplanadores (buriles con forma de espátula) o modeladores (buriles con forma de pala o cuchara). Si el trabajo es de repujado, donde se trata de estirar el cuero, además de estos, se necesita una plancha de pasta de modelar para hacer el dibujo en relieve y sobre el que se adaptará el cuero.
Córdoba se hizo famosa por la fabricación de cueros, conocidos como cordobanes y sus guadamecíes ( técnica decorativa). Además, depende de donde lo leas o quien te lo cuente, se puede conocer como cordobán un trabajo de cuero repujado pero sin policromía.
El guadamecí además del trabajo de modelado y/o repujado se enriquece con ferreteado, metalizados con pan de oro y plata y policromía.
Es una técnica que a partir del siglo VIII, se exportaba a medio mundo.
Sus pioneros fueron árabes y moriscos y se fue extendiendo a judíos conversos y cristianos. Los lugares donde predominaron fueron los de mayor influencia mudéjar.
La formación de los reinos cristianos posibilitó a los talleres recibir encargos de la nobleza y la iglesia; los artesanos musulmanes que quedaron, o sus sucesores cristianos, adoptaron la técnica del guadamecí para hacer las cubiertas de pared y cojines- modas integradas en los usos mudéjares-, frontales de altar, cuadros devocionales, cubiertas de chapines , largos marcos de puertas, palios y cubiertas para caballos, en particular en los siglos XV y XVI. Pero el Renacimiento y Cristianismo irá eliminando por recordar al arte islámico desde el s.XVII

Chapín de cuero con suela de corcho expuesto en el Museo de la Alhambra
Pero Córdoba mantiene esencia, raíces y sobre todo, mucho Arte. Se puede ver el guadamecí de entonces, o eso creemos. Rescatado, mantenido… Hay varios talleres de cuero y tiendas que impactan: Meryan, artistas que divulgan el cuero como Juan José García Olmedo (todo esto con enlaces) y un museo espectacular, Casa-Museo del Guadamecí Omeya y su Exposición de Ramón García Romero y Jose Carlos V. García.
Las tiendas impactan primero porque están en esas callejuelas de Córdoba que valen oro, segundo por la cantidad de objetos de cuero y tercero porque prácticamente todo está repujado!! A veces con planchas, otras a mano pero currazos que dejan al mundo boquiabierto!!!
Baúl repujado de Meryancor
En cuanto al Museo, es para verlo. Representa el guadamecí tradicional, conserva su método y dicen que hasta sus tintes los siguen haciendo como entonces. Las fotos no tienen NADA que ver con la realidad, suele pasar a menudo, pero de verdad que en este caso la diferencia es escandalosa. El trabajo en cada pieza es muy bestia, los colores y los bichitos de la luz que salen de ahí son alucinantes.
Merece muy, mucho su visita. Ahí lo dejamos!

Detalle de un guadamecí de Ramón García expuesto en su Museo
No todo este trabajo está en Córdoba. En Osuna, Sevilla, existe un taller llamado Arte2, que pocas palabras dicen tanto como estas imágenes. Muchas ganas de ir a conocerlo!

Taller Arte2, en Osuna, Sevilla
E igual que está bien conocer la Historia, lo tradicional y lo clásico, está bien conocer a quienes se basan en ello y se lo llevan a su campo como Juan José Olmedo, de su tierra, con lo tradicional pero también contemporáneo y Nelson Gómez Callejas, dibujante y profesor de Bellas Artes, tiene el cuero como principal soporte de su trabajo y el trabajo que hace con el color sobre este material bien merece conocerlo.

Guadamecí de Juan José García Olmedo

Guadamecí contemporáneo de Nelson Gómez Callejas
Si queréis más información práctica podéis hacer un curso de iniciación al repujado.
Para escribir este post nos hemos apoyado en la siguiente bibiografía:
– De Córdoba para Portugal, el comercio de guadamecíes en el S.XVI. Franklin Pereira.
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